Tenías en la boca un juego de sal que me gustaba pero tu lengua se afilaba cada poco, como un rifle en mitad del desierto, siempre a punto para vaciar mis oraciones.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
relatos, poesía, fotografía, sueños y demás...
Si es que como últimamente repites..Estamos mejor callditos.
ResponderEliminarSe me había olvidado que tenía que venir por aquí, pero volveré, volveré afilada para llevarme cada palabra.
ResponderEliminar